5 consejos para tomar la siesta perfecta
enero 03 2023 – Boxi Sleep
La siesta consiste en dormir un corto período de tiempo, normalmente durante el día. Su origen se remonta al Imperio romano y la palabra “siesta”, proveniente del latín, significa “sexta”, que hace referencia a la sexta hora del día, es decir, las 12 del mediodía de la actualidad.
Aun cuando sea un hábito que menos del 30% de la población tiene, está demostrado y avalado por muchos estudios e investigaciones, que su práctica es muy favorable para la salud y nos puede traer múltiples beneficios:
- Aumenta la concentración
- Facilita el aprendizaje
- Reduce la tensión arterial
- Estimula la creatividad
- Mejora los reflejos
- Mejora el estado de ánimo
- Aumenta y regula la energía durante el día
Aunque no sea comúnmente conocido, existen diferentes tipos de siesta según las necesidades y objetivos que tenga cada persona:
Los 5 tipos de siesta que existen son:
- Siesta de recuperación: Como su nombre lo indica, nos sirve para recuperar la falta de sueño de períodos inmediatamente anteriores. Si trasnochamos o pasamos una mala noche, dormir una siesta al día siguiente nos puede ayudar a recuperar la energía y las funciones cognitivas.
- Siesta profiláctica: Es la que precede a la siesta de recuperación. Si sabemos que vamos a pasar una noche larga despiertos, como pueden ser los trabajadores por turnos o los vigilantes, esta siesta previa nos prepara y nos da las energías suficientes para aguantar despiertos sin sufrir de somnolencia.
- Siesta apetitiva: Son aquellas que no están basadas en una necesidad específica, sino que tomamos simplemente por disfrute, porque nos gusta desconectarnos durante un pequeño período para relajarnos, reponer energías y fortalecer nuestro estado de ánimo.
- Siesta de satisfacción: Los niños en crecimiento necesitan dormir mucho más que las personas mayores y las siestas son parte fundamental de su rutina diaria. Los bebés suelen tomar varias siestas cortas durante el día, mientras que los niños mayores suelen tomar una larga siesta a media tarde.
- Siesta esencial: Es la que se lleva a cabo cuando uno está enfermo. Estas siestas son necesarias para estimular el sistema inmunológico del cuerpo y fortalecerlo en su lucha contra una infección.
Ahora bien, ya con estos conceptos claros, te contamos cómo conseguir la siesta perfecta:
- No sobrepases los 30 minutos
Existen estudios de neurociencia que sugieren que una siesta de 20 minutos puede ser tan regenerativa como una siesta más larga. En todo caso, nunca debes superar los 30 minutos, ya que después de ese tiempo tu sueño entra en una fase más profunda, conocida como REM (Rapid Eye Movement), y cuando despiertes podrías sentirte más somnoliento y cansado que antes de tomarla.
- Toma la siesta temprano
Si lo haces demasiado tarde, te costará conciliar el sueño en la noche porque tus energías aún estarán recargadas. Lo ideal es que la tomes justo en la mitad entre la hora que despiertas y la hora que te acuestas. Por ejemplo, si despiertas a las 6:00 a.m y te duermes a las 10:00 p.m, el momento idóneo para tomar tu siesta sería a las 2:00 p.m.
- Recrea el ambiente propicio
El tiempo de una siesta es muy corto, por lo que debe ser aprovechado al máximo y las condiciones deben favorecer esa cápsula de sueño. La recomendación es hacerlo en un lugar tranquilo, silencioso y sin distracciones. Sin embargo, se vas a tomar la siesta en tu cama, es recomendable que solo utilices una capa para arroparte (por ejemplo, la manta superior), ya que si te encuentras demasiado cómodo, te será más difícil respetar el límite de los 30 minutos.
No está de más decir que para conciliar el sueño más rápidamente y aprovechar al máximo el tiempo de tu siesta, debes contar con un buen colchón y las mejores sábanas, que te aporten suavidad y frescura.
- Libera tu mente
Aun cuando apenas estemos en el meridiano del día y nos espere una larga jornada vespertina, en el momento de tomar la siesta debemos poner la mente en blanco y librarnos de toda preocupación y estrés. Si no somos capaces de retraernos durante 20 minutos de los quehaceres inmediatos, no podremos conciliar el sueño ni sacarle partido al hábito de dormir la siesta.
- La práctica hace al maestro
Como todo hábito, el de la siesta se puede entrenar y mejorar con la práctica. Tanto el cuerpo como la mente se irán acostumbrando a este ritual, por lo que cada vez te será más fácil quedarte dormido y sacarles el máximo provecho a esos 20 minutos de siesta.
Los que practican este hábito a consciencia ni siquiera necesitan utilizar un despertador, ya que automáticamente su cerebro se despierta en el minuto 20.
Bonus tip
Dale la relevancia que merece y separa en tu agenda el espacio de la siesta. La rigurosidad de nuestros hábitos determinará el éxito de nuestras vidas.