El mito sobre los colchones firmes

Los colchones firmes no son la mejor opción para un descanso reparador ni para la salud física, este es un mito que se ha tenido por años y más adelante te mostraremos a nivel histórico por qué es que nace.

Esos colchones que llaman ortopédicos no son los mejores, aunque coincidimos en que un colchón tiene que ser firme contar con un gran soporte, para que cuide el núcleo de la espalda, que no se arquee, en lo que tiene que ver con las capas superiores, estas se deben adaptar y ser suaves, donde la silueta se adapte a él.

Hablemos de este controvertido tema de los colchones firmes a continuación.

La firmeza y lo que se dice

Durante años, las personas que necesitaban un colchón de calidad para un descanso óptimo, a menudo consideraban un colchón más duro y/o más firme y acudían a la tienda por el famoso colchón "ortopédico". Con los colchones para dormir, sin embargo, no existe una cualidad "ortopédica", porque para que un producto sea ortopédico, debe fabricarse para corregir alguna deformación o incapacidad del cuerpo humano.

Los colchones firmes sin mucho acolchado pueden provocar contracturas ocasionales o permanentes y mala circulación, principalmente en las extremidades atrapadas entre el colchón y el peso corporal, dependiendo del peso del usuario; las curvas, las caderas y la parte superior de la espalda (es decir, los hombros) son las áreas donde la mayor parte del peso se concentra al acostarse.

Es obvio que un colchón demasiado firme no brindará suficiente soporte a cada parte del cuerpo, lo que necesariamente se traducirá en un mal descanso y molestias físicas. En cambio, corres el mismo riesgo si el colchón es demasiado blando y no tiene soporte.

Un mito que se siente literalmente en el cuerpo

Todos los días escuchamos las mismas palabras, "Quiero un colchón firme porque me duele la espalda" y nos esforzamos por repetir y aconsejar a las personas que los colchones firmes no son buenos para el dolor de espalda, un colchón demasiado firme puede causar rigidez muscular y dolor de espalda, puntos de presión que impiden la circulación sanguínea.

Seguro que más de uno ha sufrido las consecuencias de dormir en un colchón demasiado duro, y como expertos te afirmamos que respetes tu cuerpo, dejes de lastimarte la columna y elijas un colchón blando que se adapte a tu forma. Por el contrario, un colchón demasiado blando no sostendrá tu cuerpo donde más lo necesita y tu columna vertebral no estará alineada.

Ninguna opción es buena, dormir en colchones demasiado duros y demasiado blandos. Para poder dormir bien por la noche y sentirse bien a la mañana siguiente, debes tener el colchón adecuado.

Las camas y la historia

¿Sabes por qué la gente te dice que duermas en una cama firme? Históricamente, los colchones estaban hechos de materiales que podían comprimirse. Esto hacía que el colchón se hundiera en el centro, obligando al cuerpo a adoptar una posición similar a la de dormir en una hamaca. Por lo tanto, no era sorpresa que las personas se quejaran de dolor de espalda y cuello y, como solución, se sugería colocar una tabla de madera debajo del colchón como apoyo. Así nació el mito de la cama dura.

Así que uno de los conceptos erróneos más grandes que tiene la gente hoy en día al elegir un colchón es que confunden la firmeza con el soporte adecuado. Desafortunadamente, una cama demasiado firme obliga al cuerpo a adaptarse a ella cuando debería estar haciendo lo contrario. Una cama firme no solo crea puntos de presión que inhiben la circulación, sino que también puede desalinear la columna vertebral.

Un colchón que es demasiado firme no permitirá que tus hombros y caderas se hundan. Como resultado, actúa en contra de su cuerpo, haciendo que tus hombros y caderas giren hacia adentro, forzando a la columna a adoptar una posición antinatural. Esta presión puede ejercer una enorme presión sobre la parte baja de la espalda, especialmente donde la columna se une con los huesos pélvicos.

Por el contrario, un colchón demasiado blando no puede proporcionar suficiente apoyo. El cuerpo queda en posición de hamaca, lo que provoca que los hombros y las caderas queden en una mala posición y que la columna se redondee. Al igual que con una cama firme, esta curvatura ejerce presión sobre la parte inferior de la espalda y puede hacer que los músculos permanezcan tensos durante toda la noche para proteger la columna vertebral.

Los colchones firmes o blandos no son la mejor opción, te contamos lo que sí es.

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Más allá de lo que elijas, te recomendamos que no compres los colchones firmes, porque no te ofrecerán el descanso que de seguro estás necesitando y buscando, elige un colchón de calidad con las cualidades que te describimos en este artículo.