5 mitos sobre la ropa de cama que deben ser desmentidos

marzo 17 2023 – Boxi Sleep

5 mitos sobre la ropa de cama que deben ser desmentidos
5 mitos sobre la ropa de cama que deben ser desmentidos

Pasamos el 30% de nuestra vida encima de nuestra cama, es decir, 25 años en promedio. Por lo tanto, el lugar donde empezamos y terminamos el día debería ser nuestro santuario, el sitio más importante de nuestro hogar.

No obstante, existe mucho desconocimiento y se han creado mitos sobre cómo construir y mantener este espacio. Es por eso que aquí te contamos y desmentimos 10 de los mitos más comunes alrededor de tu cama:

Mito 1: Mayor cantidad de hilos en las sábanas significa mayor calidad

¡Sí y no! La cantidad de hilos en las sábanas se refiere al número de hilos alojados en una pulgada cuadrada, es decir, en 2.54 cm2.

Siempre se ha pensado que a mayor cantidad de hilos, mejor serán las sábanas, pero esto no es del todo cierto ni preciso. La calidad óptima se encuentra entre 300 y 500 hilos. Por encima de los 600 hilos, el tejido empieza a perder transpirabilidad y elasticidad, por lo que la sensación desmejorará.

Adicionalmente, algunos fabricantes y las marcas suelen recurrir a “trucos”, como agregar dos, tres o 4 capas de hilos, multiplicando por 4 el conteo, pero no agregando calidad a la tela. En este sentido, es probable que cuando encuentres unas sábanas de 800 hilos a un precio asombrosamente accesible, sea porque realmente tengan 200 hilos y su calidad corresponda al precio que estás pagando.

Aprende cómo elegir tus sábanas sin miedo a equivocarte.

 

Mito 2: El poliéster o la microfibra son igual que el algodón

Bien sea 100% poliéster/microfibra o de “género” (mezcla entre poliéster y algodón), se trata de un material sintético que jamás podrá igualar las bondades del algodón, sobre todo cuando es 100% natural.

El poliéster/microfibra puede causarte alergias, es menos transpirable (causa calor), suelen formar mota y desgastarse rápidamente, y aunque son suaves, la sensación dista mucho de las fibras naturales.

Por el contrario, las sábanas de algodón no causarán alergias, son más frescas y transpirables, con cada lavada se vuelven más suaves, conservan sus colores a pesar del uso y tenderán a durar mucho más.

Aquí puedes conocer más a profundidad las principales diferencias entre las sábanas de algodón y de microfibra.

 

Mito 3: La ropa de cama se puede lavar en ciclos calientes y junto al resto de la ropa

Esto gana relevancia especialmente si tus sábanas son 100% algodón, ya que mientras más natural el material, más tenderá a encogerse a altas temperaturas.

Por lo tanto, la recomendación es lavar tu ropa de cama de manera independiente y con un ciclo de temperatura intermedio, inferior a 60°.

 

Mito 4: No necesito un duvet porque me arropo directamente con el plumón

A nivel práctico funciona perfectamente. Un buen plumón, sobre todo si su tela es de algodón, te puede arropar a las mil maravillas y estéticamente no desentona en tu cama. Sin embargo, puede llegar a ser antihigiénico porque el plumón no suele, ni debe, lavarse regularmente, como se estila con las sábanas (una vez por semana).

La función del duvet es justamente proteger al plumón, que no se lleva muy bien con la lavadora, y el cual puedes cambiar cada dos semanas. Adoptar esta práctica no solo mantendrá tu cama siempre limpia y fresca, sino que puedes jugar con los diferentes diseños y colores del duvet para darle vida y personalidad a ese espacio tan especial.

 

Mito 5: El colchón debe ser firme, y mientras más duro, es mejor

Falso. El colchón debe ser firme y aportar muy buen soporte en su núcleo, evitando así que la espalda se arquee y sufra eventuales desviaciones; pero debe ser suave y adaptable en sus capas superiores, de manera que se adapte a la silueta natural del cuerpo, evitando así la generación de puntos de presión.

No prestes atención a términos como “ortopédico” o “anatómico”. La mejor manera de probar un colchón es probándolo durante varias noches, así que busca alguna marca que te ofrezca esta posibilidad y como mínimo 6 años de garantía.